El régimen islámico en Irán ha dedicado vastos recursos a su odiosa campaña antiisraelí. Sin embargo, a nivel nacional, la campaña de Irán ha sido un fracaso. Después del sorpresivo ataque de Hamás el 7 de octubre, el régimen islámico en Teherán intentó mostrar apoyo público organizando una «manifestación espontánea» para celebrar el asesinato de 1,200 israelíes junto a Gaza.
Ni siquiera participaron unos pocos miles. En un debate televisado, un intransigente pro-régimen llamado Alahkaram fue desafiado a explicar por qué el régimen ya no puede reunir a suficientes personas en sus manifestaciones organizadas para apoyar a los palestinos. Al día siguiente, durante un partido de fútbol, los funcionarios desfilaron con grandes banderas palestinas.
En respuesta, multitudes de jóvenes aficionados gritaron consignas insultantes hacia los funcionarios, coreando al unísono: «Tomen esa bandera palestina y métansela…» Un clip del incidente circuló en línea y se repitieron incidentes similares en otros estadios donde los jóvenes gritaron consignas anti-palestinas. Clips de estudiantes de secundaria alentados a gritar «¡Muerte a Israel!» mostraron a estudiantes respondiendo «¡Muerte a Palestina!»