Hamás no es un movimiento de liberación en busca de una nación palestina. En cambio, busca la destrucción de Israel y el establecimiento de un imperio islámico sobre sus ruinas.
Hamás no es un movimiento de liberación en busca de una nación palestina. En cambio, busca la destrucción de #Israel y el establecimiento de un imperio islámico sobre sus ruinas.
¿Cómo sabemos?
Porque el líder de Hamas, Mahmoud al-Zahar, lo ha dicho: «Los puntos de vista islámicos y tradicionales rechazan la noción de establecer un estado palestino independiente … Nuestro principal objetivo es establecer un gran estado islámico, ya sea panárabe o panislámico. .
El combate más reciente, en el que se han disparado miles de cohetes, está inspirado en la idea de liberar Tierra Santa de Israel.
El 10 de mayo, Hamas bombardeó la Ciudad Santa mientras los israelíes celebraban el Día de Jerusalén. Este ataque armado contra la capital de la nación no dejó al gobierno de Israel más remedio que responder con firmeza. Después de todo, ¿qué más se puede hacer cuando los terroristas intentan matar a sus ciudadanos? @hasbaraesp
No hay diferencia entre el compromiso de Hamas con la destrucción de Israel y los planes de los islamistas para Occidente. Imaginar que Hamas puede ser apaciguado o desviado es cometer un gran error.
Lo que ha hecho que esta última conflagración sea particularmente traumática para los judíos israelíes es la ola de violencia desatada por algunos de los compatriotas árabes de Hamas.
Las ciudades que alguna vez se consideraron escaparates de la coexistencia árabe-judía se han visto sacudidas por la violencia masiva y el vandalismo. Los residentes judíos fueron atacados en sus hogares por vecinos árabes con los que habían convivido pacíficamente durante décadas. @hasbaraesp
Algunos atribuyen este repunte de la violencia a una supuesta discriminación de larga data, pero esa idea no podría estar más lejos de la verdad. ¿Por qué? Porque los disturbios se produjeron después de una década de inversiones gubernamentales sin precedentes en barrios y negocios árabes, incluido un programa de ayuda socioeconómica de 4.600 millones de dólares.